Cuando los árboles grandes se caen para dar paso a los nuevos árboles

 


 

Cuando vi esta foto me recordó lo que siempre me ha dicho mi maestro Osmar: Observen el bosque, el árbol más grande se cae cuando quiere dar paso a que los de abajo crezcan y deja que el sol les permita prosperar. Observen esta foto, es eso exactamente, cuando ya recorrí todo mi camino dejo el espacio y el aprendizaje a los que vienen detrás de mí.

Todo, absolutamente todos los seres humanos, aunque parezcamos insignificantes o que no hemos dejado un legado tangible dejamos un aprendizaje que está plasmado en árbol familiar que corresponda.

¿Por qué? Simple, porque toda experiencia es parte del todo, pertenece y siempre hay alguien que necesite integrarla para evolucionar.

Estamos acostumbrados a ver la realidad y la vida desde una perspectiva lineal, desde acontecimientos que van desde el pasado al presente en forma ordenada en el tiempo y nada mas alejado de la verdad.

Los acontecimientos son cíclicos, y en espiral, es decir, los acontecimientos vienen una y otra vez hasta que integremos todos sus puntos de vista. Podemos intégralos a través de vivir la experiencia por nosotros mismos, pero también lo podemos hacer aprendiendo de los movimientos de los otros: llámense familia, amigos u otras personas. Esto normalmente no es así porque necesitamos un nivel de alerta y compasión que me permita comprender esos movimientos y aprendizajes sin victimizar y poniendo en cada quien la responsabilidad. Esto implica un nivel de conciencia importante en la persona.

En estos tiempos es especialmente importante estar plenamente consciente de todos los acontecimientos abrumadores que están pasando y como las personas han caído, resuelto y superado experiencias y como eso los ha hecho crecer. Si estamos alertas podemos aprender de los demás y no tenemos que experimentarlo en nosotros mismos.

Hace 20 años mi profesor de Kabalá nos dijo que había 7 imperios por superar y que estábamos en camino de superar el 4to. ¿cuál es?, nos preguntó y decíamos respuestas como: Imperio Romano, Imperio Americano hasta que al final nos dijo: El imperio de la apariencia. Esa frase todavía me hace reflexionar constantemente.

Sin embargo, tal como los árboles ese imperio caerá, pero a diferencia de ellos no lo hacen voluntariamente, no quiere perder su poder. El árbol comprende que su tiempo se acabó, que ya aprendió, que ya dio lo que tenía que dar y tomó lo que tenía que tomar en armonía y para la evolución del todo. Por otro lado, el imperio de la apariencia caerá de manera estrepitosa, haciendo mucho daño y sobre todo a los que en este planeta vivimos en función de ella y no nos damos cuenta que tiene que cambiar.

Tomemos consciencia, vienen tiempos diferentes, donde la apariencia no tiene cabida porque esa experiencia ya no tiene sentido en estos niveles de energía. Y si nos empeñamos en no aprender, el aprendizaje nos llevara por delante como nos lleva un tsunami…

Soy venezolana y en los últimos 21 años se ha soñado, en general, con volver a la Venezuela donde me crie, a la PDVSA antes del paro y no nos damos cuenta que esa forma no funcionó y por eso cayó, así como el árbol y hay que dar paso a los nuevos árboles con el sol necesario para crecer. Muchos se han quedado pegados a lo que perdieron y quieren que vuelva, pero no lo hará.

Ahora, en el 2020, el mundo cambió, ya nunca será el mismo, nunca. El árbol se cayó por muchas razones y muchos frentes a la vez que fueron aprovechados para controlar.

Abramos los ojos, la forma como vivíamos se acabó, ahora debemos encontrar una diferente, una que funcione con la nueva energía donde los valores estén acordes a lo que realmente queremos y necesitamos y no a lo que ansiamos perdiendo lo importante que ya tenemos por no cuidarlo. Y si nos empeñamos en volver a lo mismo la energía se encargará de llevarnos por delante.

Reflexionemos en ello…

 

Rosana Gutiérrez





 

 

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