Encontrarse a sí mismo
Se habla mucho de lo que significa encontrase a sí
mismo. Todos lo que están inmersos, coqueteando y usando la “espiritualidad”
hablan de encontrase a sí mismo. ¿Qué significa eso? Realmente
es muy, muy simple.
Es conocerse a sí mismo, porque cuando te conoces a ti
mismo puedes entender tus reacciones sin culparte, sin temor y especialmente
sin resentimiento contigo. Conocerse a sí mismo es efectivamente saber que
quieres, en tu corazón, no en tu mente.
Tu mente solo te enseña lo que compara, lo que quiere
para hacerte la vida fácil, por ejemplo, estar más flaca, para que “nadie te
señale” o para ser aceptada. Pero, no entiendes que esos deseos de la mente
realmente te complican más la vida. Ansias que el entorno deje de juzgarte o te
acepte cuando el que tiene que aceptarse eres tú. Entonces entras en un juego
macabro de temor, culpa, resentimiento, odio, etc. que lo único que consigues
es que te hundas en una espiral de más y más emociones incoherentes. Ni siquiera
eres capaz de entender, en el medio de esa maraña de emociones cada vez más
enredada, que estas buscando la aprobación de ti mismo.
Cuando te encuentras entiendes rápidamente que te está
pasando, y empiezas a amarte a ti mismo. Ese es el punto más importante, porque
en ese momento, te entiendes, te aceptas y te perdonas. Y realmente te amas. De
allí en adelante el entorno deja de atacarnos, de amenazarnos y empieza a ser
un medio maravilloso para aprender.
Eso es la verdadera espiritualidad. Implica hacer un
trabajo emocional muy profundo, donde pueda encontrar el centro de mi alma y
ver lo que realmente soy: Un espíritu, viviendo una experiencia humana para
aprender, en tota sincronía con mi entorno para que este me pueda mostrar
fácilmente lo que no he resuelto y me ayude y guíe para lograr mi evolución.
Rosana Gutiérrez
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