La Vida Gira en Función de Nosotros Mismos



El mundo que vivimos no es más que un compendio de situaciones superpuestas para aprender. Las situaciones las escogemos nosotros y solo nosotros. Es realmente simple, cuando queremos aprender algo nos colocamos en la situación precisa para aprenderlo. Todo se complica cuando empezamos a superponer las situaciones de los demás. Nos involucramos, nos cargamos, no aceptamos y mucho menos entendemos y todo se enreda. Por eso la importancia de que asumamos que nuestra vida gira en torno a nosotros y solo entorno a nosotros.

Eso tiene varias implicaciones: Si nuestra vida está hecha para nuestro aprendizaje, todos los que están involucrados nos están ayudando a hacerlo al igual que nosotros los estamos ayudando a alcanzarlos. Por lo tanto, debemos honrar a todas y cada una de las personas que se cruzan de cualquier forma en nuestra vida ya que están para que aprendamos.

Pero por otro lado, tenemos que tener muy claro que el mundo no gira en torno nuestro, nuestra vida gira entorno nuestro. Por eso la frase: Primero yo, segundo yo, tercero yo y cuarto yo tiene una importancia relevante, muy relevante. Como el mundo no gira alrededor nuestro, sino nuestra vida gira alrededor nuestro, tenemos que aprender a darnos el protagonismo que esta exige. Es el “egoísmo responsable” el que nos va a llevar a hacer lo mejor por nosotros mismos en función de aprender la lección que corresponde. Es el que nos va a llevar a darnos cuenta que vivir en función de los demás no tiene sentido, ya que perderíamos el rol protagónico y se lo estaríamos dando al otro, viviendo una vida en función del aprendizaje de los demás y no del nuestro.

Es un cambio de paradigma, una forma diferente de ver las cosas. En ningún momento implica volverse egoísta o egocéntrico. Es mágico. Cuando logramos colocarnos en el rol principal y entender que la película no es más que evolucionar a través de lecciones que tenemos que aprender, entonces los demás ocupan el lugar que les corresponden. Cada quien en nuestra vida tendrá un lugar en nuestro corazón, unos tendrán un lugar más importante que otros, y algunos los más importantes, serán lugares especiales, pero siempre nosotros estaremos en el centro, por encima, sabiendo que la rueda de nuestra vida tiene que girar en función de nosotros mismos y de nadie más.

Al entender esto, podremos no solamente desenredarnos, poco a poco, de la maraña de enganches con otras personas y de la posición de víctima, que hace que nuestra vida se complique emocionalmente, sino que aceptaremos que cada quien es protagonista de su vida y al final somos solo almas que compartimos un tiempo y espacio para aprender, para evolucionar en una red donde estamos todos conectados y al final todos somos uno.

Rosana Gutiérrez





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