Hablando de Miomas
Definitivamente, los miomas, son un programa femenino, del
árbol genealógico, que sólo aparecen en una mujer desvalorizada de serlo.
El órgano reproductor femenino, es uno de los más
importantes para la mujer, porque concentra en sí mismo la representación de su
poder para gozar, para concebir, para gestar. Es un órgano, que, si no está en
equilibrio, manifiesta malestares casi inaguantables.
El útero en sí mismo, es un importante centro de energía que
recibe y genera vida, simboliza el hogar, la casa, la intimidad, la femineidad.
Cuando el diagnóstico médico indica miomas, lo primero que
surge es la pregunta de ¿por qué? y la respuesta no es que tengamos malos
cuidados íntimos, sino que va más allá. Hablamos de emociones mal gestionadas y
heredadas.
Emociones que alteran el funcionamiento celular. Que lo
alimentan negativamente dañando su estructura.
La energía del útero maneja a diario actitudes, miedos,
inseguridades y recelos con respecto a ser mujer, a ser madre, a ser pareja y
sobre todo, a la ilusión subconsciente de ser madres.
¿Y qué pasa cuando éstas emociones ya produjeron miomas?
Sucede que un conflicto emocional, relacionado con nuestro
valor femenino, con nuestro amor por ser mujeres, con nuestra ilusión de ser
madres o tener pareja estable ha provocado dolor que no ha podido asimilarse.
Clínicamente, los miomas son formaciones nodulares que se
desarrollan en la pared muscular del útero a partir de una única célula
muscular que contiene en su código genético una tendencia para crecer que se
transformará en un mioma o tumor benigno.
El desarrollo sin medida de esa primera célula muscular está
provocado por un patrón de pensamiento negativo, prolongado durante un largo
periodo de tiempo, en muchos casos, incluso hereditario.
¡Pero ojo!, No es hereditario el mioma, sino el patrón de
pensamiento, en las generaciones, el que lleva a que este aparezca.
Existen dos emociones básicas, que producen miomas:
1. NO VALGO COMO MUJER.
- Me fue infiel
- Se acuesta con otra
- No quiere hijos conmigo
- No soy sexualmente atractiva
- No me gusta el sexo
- Va a dejarme
- Me engaña y dice que imagino cosas, que estoy loca
- Tuvo hijos con otra
- Embarazó a otra
- Etc.
2. HAN ABUSADO DE MÍ
- Me violaron
- Me tocaron
- Me ha golpeado
- Me ignora
- No me habla, no me toca
- Me humilla
- Etc.
Si la mujer ha vivido en un ambiente en el que su madre,
abuela, hermanas, primas, tías o incluso amigas cercanas no tienen una
autoestima elevada, la mujer resiente dichas emociones (resentir, de volver a
sentir, hacer suyo el sentimiento) y se alimenta de eso, tiene un porcentaje
elevado de posibilidades de heredar un cuadro emocional negativo similar al de
las mujeres que la rodean.
En este caso, el conflicto emocional, ha quedado PROGRAMADO
para padecerse, y es cuando la mujer sufre una desvalorización o un abuso, y no
sabe expresarlo, asimilarlo, afrontarlo, el impacto detona el mioma.
Se estima que entre un 40 y 80% de las mujeres en edad
reproductiva presentan miomas, afectando en su mayoría, a mujeres mayores de 25
años.
Si los miomas aparecen en mujeres más jóvenes, que aún no
han comenzado su adolescencia, el conflicto emocional es de la madre
necesariamente.
¿Por qué a los 25 años?
Porque comúnmente, las mujeres, desde niñas, tienen un
enorme deseo de crecer, enamorarse, ser la pareja del hombre que les gusta y
las adora, ser mujeres adultas, tener una vida libre y formar su propia
familia.
Para esto, observan e imitan actitudes de todas las mujeres
en la familia.
En la mayoría de los casos no existe la presión o
preocupación de agradar a alguien, no existen pensamientos de engaño o mentira,
no se programa el sufrimiento o las desilusiones. La imaginación es
completamente "rosa".
Pero pasan los años, y llega el esperado momento de cumplir
los sueños y a la vez, se toma consciencia de la realidad lo que provoca que
surjan presiones, miedos, e inseguridades.
Ya que existe un inconsciente social colectivo femenino en
el cual está escrito, que toda mujer entre los 20 y 35 años, debe tener una
pareja estable, casarse, tener hijos y vivir feliz.
Pero ¿qué sucede si ya tengo 30 y no he cumplido ninguna de
esas expectativas?
Que la mujer comienza con conflictos emocionales, pero no
está consciente de ello. Sólo sabe que no logra mantener una pareja estable,
que ya no confía en los hombres por tanto engaño, que ya le urge tener un hijo
con quien sea, que no tiene la estabilidad emocional para comenzar a formar un
hogar, etc.
Ya no está en paz.
Y esos sueños color de rosa, se han convertido en una
pesadilla que a diario le recuerda que como mujer, no ha cumplido.
Allí comienza a "germinar" la semilla del mioma.
Y no es más que la manifestación de un conjunto de
sentimientos negativos que hieren su centro femenino, el centro que generará la
vida de un hijo, preparando entonces, un útero para recibir y crecer un mioma,
porque, "hay que ocupar la casa con algo", mientras logro ser mujer y
madre.
Este mioma es la representación de todos sentimientos de
desvalorización como mujer, es su nuevo hogar, el útero.
Todo el miedo, culpa, tristeza, frustración, rencor, abuso,
etc.,
La mujer sabe que por ahora, no puede dar vida, porque
ninguno lo des elementos que ella imaginó que sucederían, están allí. Por lo
tanto, forma un mioma como "hijo provisional", que ocupe dicha casa y
calme su angustia.
Y también participa la memoria de abuso, que viene junto a
una sutil sumisión, obligada hacia las parejas que consigue o hacia la familia
que la presiona para ser mujer que "valga".
Todo esto, sumado a una sexualidad no disfrutada como tal,
sino como una entrega de sexo a cambio de amor, entrega de sexo a cambio de que
no las dejen, entrega de sexo por lograr un hijo, y un falso sentimiento de
amor por esa pareja del momento, desvalorizan a la mujer por completo.
No hay una mujer decidida y valiente, fuerte y determinada.
Hay una mujer con terror a quedarse sola, con miedo a no poder ser madre, a que
su pareja la abandone o la engañe. Miedo a ser rechazada.
En muchos casos los miomas no presentan síntomas, sobre todo
en los casos en que la mujer no quiere sentir, ni el placer ni las heridas emocionales
que han provocado el mioma.
En estos casos, el mioma suele aumentar su tamaño (al igual
que sus sentimientos negativos), pero no las señales de que el mioma está ya en
su útero.
Síntomas que indican la presencia de miomas:
Periodos menstruales dolorosos y prolongados.
Sangrados entre los periodos.
Necesidad de orinar con frecuencia.
Calambres pélvicos.
Sensación de presión en la parte baja del abdomen.
Dolor durante las relaciones sexuales.
Y como vemos, no es una razón física, es una reacción emocional.
La mujer debe asumir que no hay plazos para la felicidad,
para vivir en pareja, para procrear.
La mujer debe aceptar que su vida es perfecta sin tener que
cumplir dichas metas, que únicamente la están aniquilando de a poco.
La mujer debe comenzar a asumir la responsabilidad de sus
emociones y liberar esos sueños rosas.
Toda vida es independiente, diferente y deberá defenderse
como tal.
Para localizar el origen del mioma, es importante tener el
árbol genealógico. Para ubicar el origen de la semilla, para encontrar el
conflicto programante y desactivarlo.
Y lo principal, toma de consciencia y cambio de actitud.
Akasha Sanación Integral - Elizabeth Romero Sánchez y Edgar
Romero Franco.
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