Venezuela, La Tierra De La Libertad

Imagen de Oscar Olivares. http://soyeljugadornumero12.blogspot.com/2015/01/

Más allá de la división geográfica de los países realmente la división tiene que ver con la vibración que tiene cada lugar en el planeta. A Venezuela le corresponde la energía de la libertad.

Libertad, es una palabra muy grande, realmente tiene que ver con el espíritu y es una característica muy importante a niveles espirituales. Es una característica de alto niveles de vibración. Libertad significa ganarle la partida al ego y eso es muy fuerte para el venezolano.

Cuando entendemos que lo que hay que trabajar como energía se manifiesta en nosotros en lo opuesto y se manifiesta de manera exagerada empezamos a dar los primeros pasos en el aprendizaje. Me explico, como a Venezuela le corresponde la energía de la libertad lo primero que manifiesta es el ego. Un ego completamente desbordado, donde nos “creemos” mejores que los demás y lo demostramos exageradamente.

El ego es siempre una coraza que me esconde de lo que realmente soy, por diversas razones y generalmente es porque creo que soy o porque no sé quién soy. Así inventamos un personaje que cultivamos durante toda la vida, que adornamos y que inflamos que no tiene nada que ver con lo que realmente somos. Trabajar el ego implica romper esas corazas y encontrar lo que realmente somos y eso se llama humildad. Humildad es ser quien realmente soy, no muestro nada no hace falta.

El ego realmente es mostrarme a mí mismo algo que invente para convencerme de que creo soy.

Ahora volteemos al país, a sus habitantes. No sabemos quiénes somos, nunca lo supimos. Nunca creímos en nuestra energía, en lo que tenemos en nuestra sangre, en nuestros ancestros, en lo que tenemos, en nuestros recursos, en nuestra abundancia. Nunca creímos…. No hemos encontrado su fuerza interna.

La vibración de esta tierra nos lleva a hacer este trabajo tanto a los que nacimos aquí como a los que decidieron vivir aquí ya que resonamos completamente con esa vibración.

Así que no nos preocupemos si manejamos mucho ego todavía que la historia y las energías se están encargando de ponérnoslo en su lugar. La gran mayoría han elegido trabajarlos desde las pérdidas. Esa es la razón por la cual todos sienten que están perdiendo: vidas, personas, libertades, dinero, comida, poder, etc. Porque elegimos trabajarlo así.

Tenemos en este momento una oportunidad extraordinaria para que desde esas pérdidas tomemos la conciencia de nuestro poder interno para lograr esa libertad. No la libertad política, que es la que creemos que queremos alcanzar, es la libertad espiritual de saber quiénes son.

Dejemos la costumbre de solo ver lo malo que somos y empezamos a ver las grandes virtudes que tenemos tanto individuales como pueblo y así podemos empezar a vernos con admiración y compasión y crear bases sólidas individualmente y luego colectivamente.

Este proceso histórico nos está llevando a unirnos en un fin común, que es lograr una Venezuela que nos funcione, que nos cuide, que nos defienda y que a la vez funcionemos en ella, la cuidemos y la defendamos. Ella nos ha dado todo: tierra, comida, techo y todo lo que necesitamos para vivir y mientras nuestra tierra no nos duela no la vamos a defender. Y hasta ahora, cuando todos hemos perdido es que nos hemos dado cuenta que nos perdimos a nosotros mismo en el proceso de pedirle a nuestra tierra sin dar a cambio proporcionalmente.

Hemos drenado esta tierra explotando sus recursos de todas las maneras imaginables y no hemos dado a ella en proporción porque no tenemos ni siquiera conciencia de agradecerle. Pero ahora desde la pérdida, tenemos la oportunidad de empezar a dar las gracias y de devolverle a esta tierra lo que nos ha dado haciendo un equilibrio de energías entre el dar y recibir y poniendo las cosas en orden.

Desde esa mirada podemos empezar a poner orden y a encontrar quienes somos para descubrir todo lo que esta tierra es y que nunca hemos visto, así como todo lo que cada uno es y que nunca ha visto.

Eso nos permitirá asumir y cumplir el destino que nos corresponde en este momento en el planeta.

Rosana Gutiérrez