Yo Y También Yo

 


Esta imagen me recordó lo que he aprendido sobre la dualidad y ese estado de integración del ser. Yo soy ambos y ambos son parte de mí.

Esos caminos que describí en el post anterior El Bien y el Mal es la manera en que se ve la realidad en 3D. Vemos la realidad siempre referida al opuesto, es decir, eres alto porque no eres bajo o eres flaco porque no eres gordo. Siempre mi referencia es el opuesto y cuando decido en qué lado me quiero quedar entonces trato de desaparecer el otro lado de mi vida.

Esa es la manera que muchas religiones, inclusive todo lo que viene del New Age, promueven. Más allá de que su mensaje sea que estar en esas religiones nos da recompensas como ir al cielo, verse con Dios y etc., también manejan que lo que no es parte hay que eliminarlo de nuestra vida.

Tengo mucho tiempo que esa exclusión tan drástica me hace mucho ruido y en la medida que he tomado más consciencia del camino del medio o del neutro puedo empezar a comprender mucho más esas posiciones.

Cuando conversamos con personas que están en algunos de estos caminos y te dicen: yo solo me conecto con la luz, yo no quiero la oscuridad ni de cerca, solo concéntrate en crear tu nueva realidad como tú quieres (y por supuesto la quieres sin ningún inconveniente), me hacen mucho ruido y finalmente entendí el porqué.

Esta imagen describe perfectamente eso, yo soy ambos. No puedo dividirme en luz u oscuridad porque soy los dos a la vez, es justo el símbolo del yin y el yang. No los puedo separar de mí ya que si los separo ya no soy un todo.

Se que no es fácil de asimilar porque siempre estamos pensando y viendo la realidad desde nuestro cristal de emociones, creencias y carencias. Y no crean que a mí no me pasa lo mismo.

Y está perfecto, de eso se trata la 3D y su gran trabajo que es el manejo de las emociones. Las emociones son inherentes al cuerpo físico, se alojan en el límbico y al desencarnar estas desaparecen porque el límbico desaparece y el alma se lleva las sensaciones de lo no resuelto. Las emociones son a la vez el aliado y el enemigo a vencer.  Y justo esa manera de verlo: “el enemigo a vencer” es lo que refuerza esa visión de caminos opuestos donde siempre tendremos que luchar con el otro para vencer.

Quiero darles una perspectiva o una mirada diferentes, como se dice en constelaciones familiares.

Para poder transcender la energía, bien lo decía Berth Hellinger, hay que trabajar el concepto de que “Todo Pertenece”.

Cuando logro realmente entender que todo pertenece es en el momento en que el otro, puede ser otra persona o mi otro ser o una emoción, ya no es un enemigo a vencer sino es parte de mí mismo y puedo verlo con un aliado para lograr hacer el trabajo interno que corresponda.

Estoy oyendo sus conversaciones internas: “Pero, ¿cómo me dices eso?”, “Ahora resulta que el que me estafó forma parte”, “¿cómo puedo ver como aliado al que me secuestró?”, “Y el Cabal, ¿ahora es parte de mí? Y la respuesta es SI. ¿Fácil? ¡Para nada!

Es que ese es justo el símbolo del yin y de yang, es la integración de la luz y la oscuridad como los opuestos de lo mismo que no están opuestos, sino que colaboran para que el objetivo del ser se cumpla. Son diferentes caminos para lograr el objetivo.

Los invito a dejar de pelear con el camino que estamos recorriendo y más bien darnos cuenta de cuál es el aprendizaje de ese camino que elijamos y fluir con el. Así, en mi experiencia, enfocarnos en encontrar los aprendizajes es una forma más coherente de estar en paz con la experiencia porque así es como si subiéramos unos escalones y empezáramos a ver el mapa con los diferentes caminos en vez de quedarnos sumidos retroalimentando la experiencia.

Es decir, no ver un poco por encima de la experimentación que estamos viviendo nos lleva a quedarnos en la emoción y retroalimentar y colocarnos en alguna de las posiciones como víctima o victimario. Si subimos un poco y vemos el objetivo o la meta comprenderemos que todos los caminos conducen a ese aprendizaje. Y como muchas veces nos cuesta conectarnos con los objetivos y aprendizajes de nuestra encarnación, les invito a confiar que nuestro Ser Superior sabe lo que hace, tiene claro el aprendizaje que quiere y sabe perfectamente cuales son los caminos adecuados para este aprendizaje.

Entonces las palabras claves aquí son 2:

·         Integrar, donde ya los opuestos a mí no son mis enemigos sino mis aliados para aprender

·         Confiar, ya que mi Yo Superior escogió para mí el grupo de mejores caminos para ese aprendizaje.

 Por supuesto que se puede decidir quedarse en uno de los lados para aprender de el y cuando ya hemos aprendido suficiente de ambos lados podemos también decidir ir al camino del medio, del neutro. En ese camino se aprende a ver que todos los acontecimientos que pasan tienen un propósito para el aprendizaje y dan, inequívocamente, como resultado el crecimiento vibracional y la evolución, aunque sea una desgracia.

Entonces empiezas a observar como la persona habla y razona con otro lenguaje, donde todo forma parte y donde todo estas en su lugar y como debe ser. También habla desde el respeto hacia el camino del otro y comprende que las emociones y el dolor del otro, así como el de si mismo, tienen su propio lugar y es parte de la experimentación. Por lo tanto, no rechaza nada ni es ávido por nada. Cuando uno lee a los grandes maestros hablando sobre esa neutralidad comienza a entender desde donde hablaban. Vamos cada vez integrando más el concepto de que la energía buena y mala están dentro de mi y dentro de todos y está bien.

Para llegar allí todavía tenemos mucho que recorrer, seguimos explicando formas de pensamiento y dinámicas de dimensiones superiores con lenguaje de 3D y con nuestros propios filtros y nuestra propia emoción y eso ya no aplica. Es como si tratara de explicar física cuántica con sumas y restas y en realidad son fórmulas más complejas que esos conceptos no son suficientes para explicar porque tienen sus límites. Eso mismo es, nuestra realidad 3D raptada por nuestras emociones tiene limitaciones para explicar el mundo en ya entramos.

Vamos en el camino de aprender cómo manejarnos, es cuestión de tiempo y paciencia. Al final todos lo que decidan quedarse a vivir esta experiencia tendrán que hacer su trabajo interno para poder ir por encima de las emociones y entender esta nueva realidad, así como tuvimos que aprendernos las tablas de sumar y restar para poder seguir aprendiendo los siguientes niveles de matemáticas.

 

Rosana Gutiérrez



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